De residuos a recursos: Cómo utilizamos el estiércol de vaca para reducir nuestra huella de carbono

Cow by outhouse

El helado: Lo hacemos, lo comemos y nos encanta. Pero también sabemos que los productos lácteos tienen un gran impacto en el medio ambiente, por lo que estamos haciendo todo lo posible para minimizar nuestra huella en el planeta que todos llamamos hogar. En esta serie de contenidos, destacaremos algunos de los interesantes planes que estamos aplicando para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y combatir la crisis climática. 

Los productos lácteos representan más de la mitad de nuestra producción total de gases de efecto invernadero, así que es donde tenemos la mayor oportunidad de reducir nuestra huella de carbono. Los productos lácteos proceden de las vacas, y las vacas, para aquellos que no hayan respirado profundamente al visitar una granja lechera recientemente, producen estiércol: toneladas y toneladas de estiércol, junto con una enorme cantidad de metano que calienta el clima. El estiércol es una de las mayores fuentes de gases de efecto invernadero en una granja lechera. 

Dado que las vacas no van a dejar de hacer caca a corto plazo, pensamos: ¿hay alguna forma de minimizar el impacto de estos residuos en el medio ambiente y aprovecharlos como recurso renovable? La respuesta es sí. Así es como estamos convirtiendo la caca en energía. 

La información sobre el estiércol y el metano

Una vaca típica produce alrededor de 80 libras de estiércol cada día; multiplique esa cantidad por el número de vacas de una granja y, a continuación, multiplíquela por el número de días del año y obtendrá... MUCHO estiércol. Este estiércol suele almacenarse antes de aplicarse a los campos como fertilizante. El estiércol tiene dos efectos importantes en el medio ambiente. En primer lugar, puede aportar un exceso de nutrientes a los arroyos, ríos y lagos, lo que puede provocar la proliferación de algas. Con el tiempo, esto crea zonas muertas tóxicas donde no hay suficiente oxígeno en el agua para que la vida acuática sobreviva. En segundo lugar, el estiércol produce metano al descomponerse, y el metano es uno de los principales responsables del cambio climático.

Alrededor del 20% del calentamiento que ha experimentado nuestro planeta hasta ahora puede atribuirse al metano, que es mucho más potente que el dióxido de carbono, a corto plazo, para absorber el calor. La industria del petróleo y el gas es responsable de la mayor parte del metano liberado a la atmósfera, pero las vacas y otros rumiantes desempeñan un papel importante. 

¡El poder de las vacas!

Tanto los agricultores como los científicos son conscientes de estos retos desde hace años y han estado trabajando en formas de abordarlos. ¿Una solución? Un sistema de digestión de estiércol, también llamado AD (digestor anaeróbico). Los digestores de estiércol descomponen la materia orgánica, como el estiércol, con microorganismos. Un digestor actúa como una enorme versión industrial del estómago de una vaca. Calienta el estiércol dentro de un tanque hermético a unos 100 ºF, lo que anima a las bacterias del estiércol a ponerse a trabajar para descomponerlo. Una vez terminado el proceso, se obtienen productos muy útiles:

  • Fertilizante líquido
  • Material sólido que puede utilizarse para cosas como la cama de las vacas
  • Energías renovables

¿Energía renovable? Esta es la parte realmente emocionante: Los digestores de estiércol pueden capturar el metano y utilizarlo como fuente de electricidad y calor o combustible.

La electricidad puede devolverse a la red eléctrica y el calor puede utilizarse para calentar los edificios y casas cercanos o mantener caliente el propio digestor en los meses más fríos. Algunos digestores pueden incluso refinar el biogás (nombre que se da al gas producido por este proceso) para que cumpla rigurosas normas de calidad y pueda ser bombeado a los gasoductos de gas natural. El biogás puede refinarse aún más para producir gas natural comprimido (GNC) o gas natural licuado (GNL), que puede utilizarse como combustible para vehículos.

Lo que estamos haciendo

Piénsalo: Los digestores de estiércol capturan el metano, evitan que acelere el cambio climático y lo convierten en una fuente de energía limpia que puede utilizarse en la granja o venderse a la red energética (creando una fuente de ingresos adicional para los agricultores). Y esta tecnología no es una quimera: Existe y se utiliza ya en granjas de todo el mundo. El problema es que los digestores de estiércol a escala industrial son caros de instalar y operar en granjas pequeñas o medianas. 

Ben & Jerry's ya tiene dos digestores de estiércol en funcionamiento en granjas familiares de los Países Bajos, que convierten el estiércol en electricidad renovable que se utiliza para calentar las casas cercanas. También estamos a punto de poner en marcha un digestor a pequeña escala en una granja de nuestro estado natal, Vermont, Estados Unidos. El digestor de Vermont:

  • Reducir 15.000 toneladas métricas de CO2e (dióxido de carbono equivalente) durante los 20 años de vida útil del equipo. Las 15.000 Tm equivalen a las emisiones de 1.687.859 galones de gasolina o a la conducción de un turismo medio de 37.697.958 millas.
  • Generar 7.000 MWh de nueva generación durante los 20 años de vida. Esto es suficiente para suministrar energía a 597 hogares durante un año (o a unos 30 hogares al año durante 20 años).

Y lo que es mejor, hemos colaborado con expertos del sector en un plan para instalar digestores de estiércol que puedan funcionar, de forma asequible, en explotaciones pequeñas o medianas. Esto lo cambiaría todo. Abriría esta tecnología respetuosa con el clima a los agricultores que, ahora mismo, ni siquiera sueñan con poder permitírsela.

Guiados por nuestros valores

Somos una empresa de helados, pero nos esforzamos por guiarnos por nuestros valores en todo lo que hacemos. La crisis climática es el mayor desafío para la vida en este planeta, y creemos que todos, especialmente las empresas, deben poner de su parte para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero antes de que sea demasiado tarde.

No tenemos todas las respuestas, pero trabajamos constantemente con expertos y activistas para asegurarnos de que nuestro negocio puede y será parte de la solución climática. Si enfocamos nuestro negocio de productos lácteos con nuevas reflexiones e ideas innovadoras, podremos reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y minimizar nuestro impacto en el medio ambiente. La idea de convertir los residuos en un recurso nos da mucha esperanza.

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En la próxima ocasión, profundizaremos en más formas en las que Ben & Jerry's está combatiendo la crisis climática. ¡Acompáñanos! 

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